Existen muchas teorías e información del origen del trabajo en casa, incluso, algunos aventurados nos hablan de que éste proviene del tiempo de las cavernas, donde los hombres hacían sus labores desde las cuevas al regresar de cazar.
Sin embargo, el Home Office en la actualidad empezó cuando el físico de la NASA Jack Nillles, propuso trabajar desde casa, (dado que él lo hacía) mostrando beneficios tales como aprovechar mejor los recursos no renovables, energía, tiempo, además de liberar el congestionamiento en las vialidades etc., a lo que llamó: telecomunicación.
Ocurrió alrededor de 1973 o 1974, Jack proponía que por medio de terminales sencillas o estaciones remotas se diera la comunicación con la sede principal, algunos lo consideran el “padre del Home Office”.
Muchas empresas se dieron cuenta de que esta nueva forma de trabajar aportaba múltiples beneficios y que las tecnologías digitales y las telecomunicaciones podrían ayudar a distintas áreas en los negocios, como el diseño, la fabricación, la gestión administrativa de las empresas, y que además, podría ayudar a tener mejor rentabilidad en los negocios al reducir los costos operacionales, ser flexibles y descentralizar la organización de la empresa.
Incluso hoy en día existen espacios destinados a esta modalidad de trabajo remoto llamados coworking, que además de ser lugares con excelentes ambientes que fomentan la propincuidad en los negocios, reducen costos, promueven la sinergia y colaboración de las personas y les incentivan a tener mayores índices de productividad fuera de los esquemas de horarios, personas y espacios rigurosos.
El trabajo remoto o Home Office es una alternativa viable pero no es para todos.
¿Quiénes son las personas ideales para trabajar desde casa?
¿Se necesita algún perfil específico o cualidad definida para realizarlo?
La respuesta es sí.
Mencionaremos solo algunas:
Por último agregaremos, que las personas altamente motivadas, lograrán ser mejores candidatos para el trabajo remoto, pueden aprender y/o desarrollar el sentido lógico de los sistemas o procedimientos de la empresa.
Es importante también que tengan carácter flexible, que no tengan problemas con la innovación ni con la sociabilización en ambientes mixtos o híbridos.
Dicho esto, entremos de lleno al tema.
Llega 10 minutos antes, si aún no ha llegado nadie, no se han conectado en la sala, o el anfitrión no ha dado permiso de acceso a la reunión, permanece atento; si la sala virtual está abierta, entra, mantén tu micrófono y tu cámara apagada pero permanece atento la puntualidad siempre es bien apreciada por todos.
Una vez que el anfitrión abre la sala, hazte presente, abre tu cámara y tu micrófono, y si no te solicitan comentar nada, apaga el micrófono, de esta manera, podrás escuchar mejor.
Tal vez no has adecuado algún espacio para tu trabajo vía remota, es importante que lo hagas a la brevedad; adapta un espacio donde tengas privacidad, para que no te sucedan accidentes que son muy comunes y a veces hasta graciosos, pero incómodos cuando las personas tienen sus reuniones virtuales desde casa.
Si tienes posibilidad de contratar a personas especializadas en adecuaciones de interiores, hazlo, para que tengas un buen diseño y confort en tu espacio de trabajo, pero si no, te aseguro que con un poco de creatividad es posible salir avante.
Como comentario adicional, haz lo mismo para el espacio de los niños y del resto de la familia según su actividad virtual; escuela, talleres, convivencias, clases de yoga, etc.
Lo anterior es precisamente para cuidar los espacios y crear entornos productivos y eficientes.
Procurar la imagen que los participantes de la reunión ven dentro del cuadro de tu cámara es muy importante. Trata de mantener un orden, evita tener cerca objetos que no necesitas y procura que todo siempre esté en el lugar correcto, mantén limpio y ordenado.
Que tu vestimenta sea la adecuada, saco y corbata (si es algo rigurosamente necesario y/o te lo requiere la compañía donde trabajas), pero si no es así, utiliza ropa cómoda, pero por favor no vayas a estar en pijama o shorts, preséntate aseado y listo para el día de trabajo.
Una mala presentación o un espacio desordenado o sucio, mostrará la poca importancia que le das a tu trabajo, a la compañía, a los líderes o jefes y a los demás asistentes de la reunión.
Es conocido que en reuniones presenciales antes de la pandemia, algunas personas acostumbraban llevar una taza de té o café, incluso el mismo anfitrión, ponía al centro algunas bebidas o galletas para acompañar, ahora en el trabajo remoto, todo dependerá mucho del tipo de reunión a la cual te presentes ya sea de negocios o trabajo habitual y también depende del protocolo de la empresa donde te encuentres.
En las reuniones virtuales podrás dejar ver que tienes una taza de café o algún alimento, pero la recomendación es que de preferencia no lo hagas porque esto distrae a los demás participantes.
Si por alguna razón la conexión de tu red no es buena y estás teniendo problemas o fallas técnicas, avisa a los participantes de la reunión que mantendrás tu cámara apagada para mejorar el flujo de datos de la red, pero solo si es muy necesario. De lo contrario, asistir a una reunión, junta de trabajo o de negocios con tu cámara apagada es una falta de respeto y ni qué decir en alguna reunión con un cliente, si mantienes tu cámara apagada, te aseguro que perderás el negocio y toda oportunidad de hacer algo.
Las personas aún en el trabajo remoto, negocian cara a cara y no con un avatar o con una cámara apagada no es bien recibido hacer negocios con alguien que no pueden ver y parece que se oculta.
Si eres el anfitrión de la reunión, asegúrate de transmitir correctamente lo que quieres decir, menciona lo importante al principio, no al final, esto causa un efecto maravilloso en las personas ya que pueden recordar claramente el mensaje, el objetivo y los acuerdos a los que se llegaron con apoyo de la bitácora.
Si tu reunión de trabajo es de negocios y vas a presentar gráficos, videos o textos, es importante que tengas un buen equipo que soporte, la capacidad de transmisión de red adecuada con un buen ancho de banda.
Te sugiero que busques aplicaciones que permitan que se vea la presentación y también tu cara, de manera que puedas crear identidad, interacción y acercamiento con las personas que te escuchan.
Sin importar tu tipo de audiencia; tu contenido debe ser 80% visual, cuidando la saturación de texto e imágenes innecesarias, recuerda que la presentación es el apoyo de lo que tú vas a comunicar, el mensaje más importante lo deben de escuchar de ti y no verlo escrito en la presentación.
Para que las personas puedan recordarlo mejor, a lo largo de la reunión o de tu presentación, utiliza estas tres etapas:
Da un espacio para que las personas puedan interactuar, si te toca controlar los micrófonos, hazlo adecuadamente o pide a alguien más que te asista con las cuestiones operativas.
Las reuniones virtuales demandan mucho orden y, sobre todo, ser muy cuidadosos del tiempo que se ocupa para ellas, ser puntuales, concisos y evitar comentarios innecesarios, ayudará a optimizar al máximo el tiempo de la reunión.
Existen múltiples distractores para este tipo de reuniones, sin embargo, si mantienes el orden y la disciplina y trabajas con el objetivo en mente, lograrás que tú y tu equipo de trabajo puedan adaptarse más rápido a esta nueva realidad.
Es importante que los comentarios se hagan al final, promete (y cumple) con enviar la bitácora como normalmente se hace en las reuniones presenciales, si tienes algún formato especial, dalo a conocer a los asistentes y pide a lo largo de la reunión el nombre de las personas responsables de las actividades y su fecha compromiso sobre el asunto asignado.
Espero que estos consejos te sirvan como guía y te ayuden en este proceso de cambio que inevitablemente pasaremos la mayoría de las empresas en estos tiempos de cambio.
Te invitamos a que tengas ahora mismo el protocolo de las reuniones virtuales que hemos diseñado para ti.
Si deseas una asesoría sin costo de 30 minutos máximo sobre el tema.